¿Quién no conoce el típico olor navideño a especias, vino caliente e invierno? Los frutos secos son un ingrediente habitual en las pastas navideñas. Ya sean galletas de jengibre, bizcochos o stollen: Los alérgicos no pueden comerlos sin más.
Los frutos secos son cada vez más populares como tentempié o en platos internacionales. Al mismo tiempo, aumentan las alergias a los frutos secos. Los frutos secos son alimentos que proceden de familias botánicas muy diferentes. Contienen diferentes componentes alergénicos, algunos de los cuales pueden provocar reacciones sistémicas graves y otros síntomas alérgicos más leves debido a la reactividad cruzada, como en la alergia a los frutos secos asociada al polen.
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Los médicos distinguen dos tipos de alergia a los frutos secos:
- Alergia primaria a los frutos secos: Esta forma aparece ya en la infancia y suele desencadenarse por los cacahuetes. La causa: El cuerpo percibe erróneamente ciertas proteínas de los frutos secos como el enemigo y reacciona con síntomas. Estas proteínas, en realidad inofensivas, se denominan alérgenos. A menudo estas alergias se desarrollan durante la infancia y permanecen durante toda la vida. Esto repercute en la calidad de vida, ya que incluso trazas de frutos secos pueden provocar reacciones graves. Los síntomas incluyen náuseas, vómitos y diarrea, pero la probabilidad de una reacción alérgica grave o shock anafiláctico es mayor en este tipo de alergia. Los cacahuetes y las avellanas en particular aumentan el riesgo. Los bronquios se contraen y provocan síntomas como tos y dificultad para respirar. La tensión arterial baja y el corazón late de forma irregular. En casos extremos, la alergia a los frutos secos puede provocar una parada cardiovascular o respiratoria.
- Alergia secundaria a los frutos secos: Los médicos también llaman a esta forma alergia cruzada, se da sobre todo en adultos. Los médicos hablan de reacción cruzada cuando una persona reacciona primero a un determinado alérgeno y después a otro alérgeno similar al primero. En la alergia a los frutos secos asociada al polen, los desencadenantes suelen ser plantas de floración temprana como el abedul, el avellano o el roble. Este tipo de alergia suele afectar a las avellanas. Los alérgicos a los alimentos en particular deben tener mucho cuidado, ya que incluso trazas de frutos secos pueden desencadenar síntomas graves. Una reacción alérgica a los frutos secos puede provocar distintos síntomas, pero las alergias cruzadas a los frutos secos suelen ser más leves. Se ha descrito un síndrome de alergia oral acompañado de hormigueo, hinchazón, entumecimiento o picor en la cara o la zona de la boca, erupción cutánea o síntomas digestivos leves.
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Diagnóstico
Para diagnosticar la alergia a los frutos secos, el médico suele realizar una serie de pruebas tras una extensa entrevista de anamnesis. En el prick test o prueba cutánea, aplica los alérgenos de los frutos secos en forma de gotas en la parte superior del brazo. Si la piel se enrojece o se forman ronchas, es un indicio de alergia a los frutos secos. Además, se realiza un análisis de sangre para detectar anticuerpos IgE específicos en la sangre. Una prueba muy precisa, rápida y sencilla es el Allergy Explorer ALEX2. Para saber a qué frutos secos existe una sensibilización, para la evaluación de riesgos, la diferenciación de una verdadera alergia a los frutos secos de las reacciones cruzadas, es útil establecer un perfil de sensibilización completo. Las determinaciones específicas de IgE con el amplio panel de alérgenos de la prueba de alergia ALEX2 permiten distinguir una "verdadera" alergia a los frutos secos de las reacciones cruzadas y proporcionan amplia información sobre el riesgo de desarrollar reacciones graves al exponerse a los frutos secos. A menudo, los anticuerpos IgE específicos contra las proteínas de almacenamiento, como las albúminas y las globulinas, indican una alergia "verdadera" a los cacahuetes y un mayor riesgo de reacciones graves. Las proteínas de almacenamiento son estables al calor y a la digestión, por lo que los alérgicos también corren riesgo con los preparados tostados/calentados.
Ejemplos:
- Cacahuete: Ara h 1, Ara h 2, Ara h 3, Ara h 6
- Nuez de Brasil: Ber e 1
- Anacardo: Ana o 2, Ana o 3
- Avellana: Cor a 9, Cor a 11, Cor a 14
- Macadamia Mac i
- Pistacho: Pis v 1, Pis v 2, Pis v 3
- Soja: Gly m 5, Gly m 6, Gly m 8
- Nuez: Jug r 1, Jug r 2, Jug r 4, Jug r 6
Por el contrario, las proteínas PR-10 de la avellana (Cor a 1), el cacahuete (Ara h 8) y la soja (Gly m 4) se asocian a síntomas locales como el síndrome de alergia oral (SAO) y son marcadores de reacciones cruzadas asociadas al polen de abedul. Estas proteínas son lábiles al calor y a la digestión, por lo que normalmente se tolera una preparación tostada/calentada.
Las proteínas de transferencia lipídica (nsLTPs) de la avellana (Cor a 8), el cacahuete (Ara h 9) así como la nuez (Jug r 3) se asocian frecuentemente con reacciones graves además del síndrome de alergia oral. Las LTPs son estables frente al calor y la digestión y son alérgenos marcadores de reacciones cruzadas a otras LTPs alimentarias.
Opciones terapéuticas
La terapia habitual para la alergia a los frutos secos consiste en evitar el contacto con el alérgeno y tomar antihistamínicos para los síntomas más leves. Se sabe que se producen reacciones alérgicas graves, incluido el shock anafiláctico, especialmente con la alergia a los cacahuetes. Por ello, el paciente y su entorno deben estar siempre bien formados en el uso de medidas de emergencia y medicación de urgencia. Los investigadores están trabajando en una inmunoterapia oral que podría curar la alergia a los cacahuetes en el futuro. El desarrollo de la inmunoterapia epicutánea para la alergia a los cacahuetes está ya muy avanzado (pruebas en ensayos clínicos de fase III). Por lo tanto, la aprobación de determinados productos terapéuticos para la alergia a los cacahuetes es posible en un futuro próximo.